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sábado, 9 de abril de 2011

Manny Ramírez se burló una vez más del béisbol sábado, 9 de abril de 2011



por Buster Olney

Manny RamírezJim Rogash/Getty ImagesManny Ramirez se marchó del deporte el viernes
BOSTON -- Manny Ramírez parecía ser un tipo distinto esta primavera, escuchamos una y otra vez. Wow, la velocidad de su bate luce mucho mejor, pregonaban los cazatalentos. El tipo está en una condición fenomenal, decían. Se ve mucho más fuerte, decían.
Los jugadores de los Medias Rojas vieron lo mismo. Luego que se regó la voz el viernes de que Ramírez se había retirado para no enfrentar una suspensión, David Ortiz dijo que los jugadores de Boston hablaron en el dugout esta primavera sobre lo bien que se veía Manny, la rapidez de su bate. Esto era especialmente sorprendente, porque la temporada pasada, en su breve estadía con los Medias Blancas, la velocidad del bate de Ramírez había prácticamente desaparecido, y los evaluadores de algunos equipos estaban convencidos de que estaba acabado.
Pero ahora se fue, retirándose abruptamente luego de ser informado de que había dado positivo a una sustancia para el rendimiento atlético y que enfrentaría una posible suspensión de 100 partidos.
Sus ex compañeros de equipo como Jonathan Papelbon y Ortiz y B.J. Upton y Andre Ethierhablaron respetuosamente sobre su calidad como compañero de equipo, sobre su increíble talento. Y algunos votantes del Salón de la Fama, como el colega Jayson Stark y yo, mencionaremos, como debe ser, los increíbles números de Ramírez, los 555 jonrones y el promedio de carrrera de .312, y ya veremos cómo las circunstancias de su retiro afectarán su legado histórico.
¿Y dónde está Manny en todo esto? Bueno, él probablemente se está riendo de todo el mundo.
¿Legado? ¿Salón de la Fama? ¿Compañeros de equipo? ¿Alguien realmente piensa, después de todo lo que hemos visto en la última década, que a Ramírez le importe nada de eso?
Él ganó. É es como el tipo que se robó millones del banco y fue sentenciado a cumplir 10 horas de servicio comunitario.
Según esta página en Baseballreference.com, Manny Ramírez se ganó sobre $200 millones en su carrera. ¿Cuántos de esos dólares, de esos 555 jonrones, fueron bateados con la ayuda de drogas para mejorar el rendimiento? ¿Quién puede saberlo? Uno podría decir que sólo un manojo o decir que todos y sería una especulación justa, dada la evidencia de su asombroso consumo desvergonzado de drogas para mejorar el rendimiento en años recientes.
Durante la primera mitad de la carrera de Ramírez, las Grandes Ligas eran el Viejo Oeste del consumo salvaje de esteroides, con amplio alcance y prácticamente sin ninguna supervisión. Sí, claro, había una estructura flexible que permitía intervenir con el asunto, pero realmente nadie nunca hizo nada.
Pero en el año 2002, el sindicato de jugadores al que Ramírez pertenece tomó sus primeros pasos para habilitar las pruebas de dopaje, en parte porque muchos jugadores impulsaron las medidas desde adentro, en silencio, para que ocurriera un cambio. Veteranos comoTodd Zeile comprendió que el aumento del consumo de drogas había obligado a muchos jugadores a tomar una decisión muy difícil: Te mantienes limpio, sin el beneficio de las drogas para mejorar el rendimiento, y te tomas el riesgo de ser superado profesionalmente por jugadores que usan el jugo; o te unes al grupo y te tomas las drogas tú también.
El sindicato aceptó tomar una prueba de muestra, en un esfuerzo para mantener a todos los miembros de la unión en el mismo plano de competencia. Y a pesar del hecho de que todo el mundo sabía la fecha de las pruebas, y a pesar de todo lo que estaba en riesgo en cuanto a la reputación del sindicato, Ramírez alegadamente dio positivo en 2003. Él aparentemente no estaba preocupado por el plano de competencia justo, o por el hecho de que un resultado positivo podría generar más pruebas en el futuro; él los consumió sin reparo. Estaba completamente dispuesto a hacerle trampa a sus compañeros de equipo, a hacerle trampa a otros jugadores.
En el verano de 2008, cuando su contrato con los Medias Rojas estaba por expirar, decidió forzar su propia salida de Boston -- al convencer a los ejecutivos del club de que tenía la intención de sabotear al equipo -- y en dos meses con los Dodgers, demostró una producción impresionante, bateando cerca de .400. Parecía ser otro tipo con los Dodgers. Su velocidad del bate se veía mucho mejor, decían los cazatalentos. El tipo está en una condición fenomenal. Se ve mucho más fuerte, decían.
Y después de conseguir una extensión de contrato por dos años y $45 millones, fue suspendido bajo el programa de drogas. En otras palabras, conociendo todos los riesgos -- a su propio legado, sus chances de entrar al Salón de la Fama, su reputación -- él aparentemente optó por las drogas, por hacerle trampa a su equipo, a sus jefes, a sus colegas del sindicato.
Sus últimos meses con los Dodgers fueron una vergüenza. Estaba lesionado frecuentemente, y sólo fue productivo de modo intermitente. Los Dodgers, finalmente, hartos de su comportamiento, lo mandaron a los Medias Blancas en un cambio, y Ramírez produjo exactamente una carrera remolcada.
Manny estaba muy motivado al unirse a los Rays, escuchamos. Estaba en tremenda condición física, escuchamos. Este era otro año de contrato.
Y por tercera vez en su carrera, evaluó los riesgos y las recompensas y decidió usar el jugo, de nuevo. Estaba dispuesto a romper las reglas y hacerle trampa a su equipo, a sus jefes, a sus colegas del sindicato y a los aficionados. Lo atraparon, y su carrera se acabó.
Seamos realistas sobre esto: Manny Ramírez no fue el único que hizo millones por Manny ser Manny. Los Indios y los Medias Rojas y los Dodgers hicieron ganancias con su producción y con esa imagen de hombre loco -- ¿Mannywood? -- y los medios celebraban, también; probablemente hubo más palabras escritas y habladas sobre Manny en la última década que sobre cualquier otro jugador no llamado Barry Bonds o Roger Clemens.
Pero ahora Manny se va a españa, donde puede reír con una gran carcajada a costas de toda la gente que dejó atrás.
Él ganó.

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